Acepto que tengo las pestañas de vaca, tengo muchas pero súper cortas y para abajo -parece que se la viven en pena…-. He tratado de todo, aceite de almendras, aceite de coco, no enchinarlas y demás (aún me falta probar el famoso alargador de pestañas). Y la verdad, yo no soy muy fan de las pestañas postizas.

Sí… sí se ven padrísimas y el ojo enorme, sí; y también las he llegado a usar en algún evento como en mi graduación o en la boda de algún conocido y, efectivamente, le dan un toque de glamour al maquillaje. Sin embargo, nadie puede negar que se ven falsisisisísimas al usarlas del diario y parecemos muñecas asesinas vagando por la vida.

Entonces no, nunca me había planteado ponerme pestañas postizas todos los días. Además de que mi arreglo personal tardaría horas, no soy nada diestra para ponérmelas y considero que lo natural se ve más hermoso -entra canción de amor-. Pero bien, hay gustos para todo y acepto que muchas personas se ven divinas hasta con sus pestañotas exageradas -a mi no me queda-. Por eso, cuando Jonathan Mendoza Make-Up Studio me sugirió ponerme extensión de pestañas, inmediatamente mi cabeza se llenó de dudas e inseguridad.

¡Quedé encantada con el resultado!

¿En qué consiste la aplicación de extensión de pestañas?

Es la última tendencia en tratamiento de belleza para ojos, consiste en la aplicación de pestaña por pestaña (pelo a pelo) en el ojo y pueden durar tanto tiempo como la vida de la pestaña natural, de 4 a 6 semanas. Se pueden utilizar de forma continua, ya que no tiene efectos nocivos en el crecimiento de la pestaña natural.

Hay gran variedad de longitudes, espesores y curvaturas que el makeup artist especialista en pestañas puede utilizar para diseñar una mirada que se adapte a la forma de tu ojo.

El tratamiento dura más tiempo que usar las típicas pestañas postizas o los pequeños grupos de pestañas (en el que se usa el pegamento tipo DUO) y cuesta más al principio (entre $1,500.00 y $2,000.00), pero como se pueden hacer rellenos el precio a largo plazo es, a menudo, menor que las pestañas Express o los grupos de pestañas (retoques de $350.00 aproximadamente).

La verdad es que pensé que el estar acostada tantas horas (una hora y media por cada ojo) con los ojos cerrados en la aplicación iba a ser una tortura, puede que arda muy poco pero es 100% soportable y no pasa absolutamente nada si tu ojo gotea -les reitero que soy muy chillona con cero tolerancia al dolor, entonces créanme, no es insoportable-.

¡El resultado me encantó, queda con la forma de mi ojo y no se ve nada exagerado, se ven muy naturales!

No es necesario aplicar rímel, por supuesto depende de cada quién -si decides ponerte rímel, debe ser de agua- y economiza bastante mi tiempo en la maquillada (antes me tardaba mucho en dejar unas pestañas «decentes»), además de que le da un brillo especial a mi mirada -ya sé que suena a comercial, pero no encontré mejor manera de describirlo-

Los cuidados son:

• Cepillar de medios a puntas delicadamente por las mañanas y por las noches.
• No mojarlas las primeras 24 horas (yo apliqué ponerme googles, anti-sexy pero efectivo).
• No usar productos de aceite.
• No usar rímel de aceite.
• No manipular con los dedos (yo necesito que me amarren las manos).
• Baño normal (en lo personal recomiendo cubrirse los ojos, pa’ que duren más).
• No dormir sobre ellas o boca abajo (o se te enchuecan, 100 % comprobado… por mi).

Se puede ir a la playa/alberca, sudar y bañarse (ten cuidado con el cloro que puede hacer chicloso el pegamento… comprobado… otra vez por mi).

Anímate a ponerte tus pesatañas, hay varios lugares profesionales en la Ciudad de México y si estás por Querétaro o Celaya, te recomienro que vayas con Jonathan Mendoza o bien, con Andrea GlamTeam (quién fue la encargada de dejar mis ojos muy chulos).

 

Por Ana Pau Bermúdez