Entrada dedicada a todas esas personitas que, aunque sean grandes y fuertes, son extremadamente miedosos -como yo-.
- Si estás en el cine con alguien que es de confianza: saltas, gritas y pataleas toda la película sin importar que tu compañero haya tenido una serie de infartos mayores gracias a tus exageradas reacciones…
- ¿Pero que tal cuando la ves en una «cita» primeriza con un nuevo galán/a?, lo que menos quieres es pasar el maldito ridículo sabiendo que tu miedo es extremadamente fuerte, entonces te limitas a mirar el principio de la película, en cuanto empieza el suspenso intentas observar las butacas delanteras y empiezas a contar gente, necesitas distraerte ya que la música de la película te está avisando que viene el importantísimo PUM (parte en donde el mugre fantasma aparece y generalmente tu empezarías a llorar y patalear)… llega el PUM y no puedes dar el salto de la vida.. y aunque sabes que tu acompañante se dio cuenta… pones una cara seria y dices «esa parte estuvo fuerte, ¿no?» y sigues como si nada.
La verdad es que el verdadero miedo comienza una vez haya terminado la película, tu peor enemigo no es el asesino de la pantalla ni el fantasma del cine, aquí lo peor que nos puede pasar es cuando nuestra cabeza comienza a hacer jugarretas con nuestro alrededor… de pronto las sombras de los árboles son extremadamente terroríficas, y si te fijas bien, te están avisando que algo malo está por ocurrir, y cuidado con que mires a tu vecino porque de seguro acaba de esconder un cuerpo y sabe que tú lo sabes, ¿o qué tal cuando llegas de noche a tu casa y sientes que algo te observa la espalda?
LA NUCA SIEMPRE ES EL PEOR LUGAR, ojalá pudiéramos ponernos ojos ahí.
¿Qué pasa una vez has llegado a tu casa?
1. Primero enciendes todas las luces del camino para verificar que no haya nada, total, los fantasmas huyen (según las películas) de la luz.
2. Cuando tienes que apagar las luces para llegar a tu habitación las apagas a manera de caminito y corres como si no hubiera un mañana con la esperanza de que nadie te asesine.
3. Una vez en tu cuarto, revisas con la mirada cada esquina, verificas que no haya nada en el armario, te pones la pijama rapidísimo porque tienes que ver lo que pasa a tu alrededor, si es posible pones musiquita tranquila, te acuestas y puede que pongas mil almohadas a tu alrededor (para que nadie venga a sentarse en tu cama, NO debe quedar espacio) y aplicas el EDREDÓN ANTI-BALAS, FANTASMAS, CUCHILLOS, ETC.
4. Una vez que estás en tu camita no hay sensación más segura que estar completamente tapado de pies a cabeza de tu SÚPER edredón. Por alguna razón tenemos la estúpida idea de que nada nos puede pasar si no vemos.
ANALICEMOS:
- Si alguien está en tu casa para asesinarte, así bajes y prendas TODAS las luces lo hará. El sujeto no se derretirá porque prendiste las luces.
- Si escuchas ruidos en tu casa, NO seas el subnormal que «va a ver qué es ESE ruido», mejor ponte un letrero en la frente que diga «ASESINABLE», más fácil.
- Tu edredón no es tan maravilloso, pero puedes ahorrar y mandar a hacer uno blindado, a ver si no te aplasta.
CONCLUSIÓN
La realidad es que todos hacemos cosas realmente estúpidas cuando tenemos miedo, siempre me han dicho que hay que temerle a los vivos, no a los muertos, y tienen razón. Si no nos metemos con cosas que no entendemos, NO pasa nada, hay que respetar. En casa, vigilar y tener precauciones, «no todos los vecinos son asesinos» (basta de series o películas perturbadoras).
Por Ana Pau Bermúdez