Si son más o menos de mi edad (25-28), seguramente recordar esos años mozos en la secundaria y preparatoria en la cual era muy necesario el ocultar de todos (principalmente de las mujeres) nuestros gustos y pasiones por aquello que viniera de un videojuego, una historieta o cualquier historia de ciencia ficción.
Éramos realmente unos nerds y el afirmarlo y decirlo con orgullo era cual sería el sinónimo en estos tiempos, como decir que te gusta ver la Rosa de Guadalupe de regreso de clases. Mirábamos anime, películas animadas de todo tipo incluso inspiradas en comics, grandes series como Batman: La Serie Animada o la Liga de la Justicia Ilimitada fueron parte de nuestro credo, aquello que nos ayudó a pensar que podía haber algo interesante y extraordinario que la simple monotonía, pero como era de esperarse, nadie lo comprendía o lo quería comprender, eran sólo cosas de niños que al momento de crecer deberías de dejar si no querías terminar viviendo con tus padres a los 40 (cosa que no tiene nada de malo, pero recuerden que suele considerado como el terror de muchos padres).
¿Pero qué es lo que ha pasado ahora? ¡Todo ha cambiado! Con la discusión del tema de los superhéroes como principal fuente de ingresos para muchos estudios de producción y casa televisivas, estamos en la que se le puede conocer como la Gran Era Nerd, tiempo en el cual por fin hombres y mujeres mexicanos con este tipo de gustos podemos salir a las calles y liberarnos de todas las ataduras impuestas por la sociedad, ataduras que el terror impuesto por tus padres y familia de quedar como el niño/a por siempre han quedado libres. Una verdadera era de libertad de expresión y de autoconocimiento resguardado en aquellos recuerdos que hemos podido sacar a las luz gracias a una pequeña brecha que el cine comenzó a explorar de una manera más madura pero sin tener resultados realmente concisos (Película Daredevil de Ben Affleck, estamos hablando de ti). Pero si con una material sólido y realmente entretenido que no se había explotado como los son el mundo de los cómics de los videojuegos.
Estamos en una era en la cual podemos estar más tranquilos y seguros de lo que somos, queremos y de lo que nos gusta y por ese simple facto, esto se puede considerar como una liberación en su máxima expresión; chicas blogueras jugando videojuegos de terror, hombres de 40 (o más) años hablando de sus cómics o videojuegos favoritos, y todo esto sin pensar si esa chica tiene problemas de identidad o si ese hombre vive en el sótano de sus padres y nunca ha tenido una relación con una mujer real. Todo eso ha quedado en el pasado, pues el ser nerd es incluso sexy, llamativo, varonil, divertido, entretenido y de mucho respeto y estima, y ser nerd mexicano… bueno ese es un nivel todavía más elevado.
Por: Raúl Millán